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Memorias y Transfiguraciones
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Memorias y Transfiguraciones

de Alaíde Foppa

El Vanguardismo, movimiento cultural que eclosiona en Europa a principios del siglo XX, al calor del inicio a la primera guerra mundial, surge en medio de una crisis religiosa, filosófica y cultural que desencadenó en una desacreditación y destrucción de varios signos y valores instaurados en aquellos días. Los artistas de vanguardia buscaban desafiar los límites impuestos por la tradición y el desarrollo sin precedentes de las ciencias y las nuevas tecnologías fue un factor decisivo para ello. La regla era la experimentación con nuevas nociones de belleza y fealdad. Los artistas se nutrieron del estilo de vida de las metrópolis y su ritmo acelerado, la psicología y temas tabú ajenos al arte. El vanguardismo creció impulsado por el desarrollo de los medios impresos, y estableció un punto de inflexión entre el arte y la cultura, a través de la liberación del espíritu creativo. Estas corrientes abordan la renovación del arte desde planteamientos divergentes y se plantean su función social, desplegando recursos que rompan o distorsionen los sistemas más aceptados de expresión artística no solo en pintura, sino también en escultura, teatro, literatura, arquitectura o la música.

En Centroamérica, una región mucho más conservadora que Europa o Estados Unidos, y con un desarrollo histórico propio, las vanguardias desembarcan más tardíamente; ya bien entrado el siglo XX y su desarrollo no fue totalmente unitario en la región. De igual forma, su irrupción no supone una ruptura radical con el modernismo, aunque para los años veinte y treinta las vanguardias literarias ya se empiezan a diferenciar de la poesía y narrativa modernista.

En Nicaragua, José Coronel Urtecho fue el propulsor de este movimiento renovador a través de la publicación de la Oda a Rubén Darío en 1927. Otros de los escritores vanguardistas nicaragüenses son Pablo Antonio Cuadra y Octavio Rocha, Joaquín Pasos, Luis Alberto Cabrales, Manolo Cuadra, Alberto Ordoñez Juan Ramón Orozco y Salomón de la Selva.

Costa Rica experimenta su transformación en la poesía con escritores como Alfredo Cardona, Alfredo Sancho, Jorge de Bravo, Carmen Naranjo, Alfonso Chase, y poetas nacientes entre los años cuarenta y cinco como Diana Ávila y Mía Gallegos.

En El Salvador, Julio Enrique Ávila, Salazar Arrué, más conocido como Salarrué, Carmen Brannon conocida como Claudia Lars, Serafín Quiteño, Alberto Guerra Trigueros son algunos de los que estaban brindando nuevos valores estéticos, sociales y culturales a las letras salvadoreñas. Y especialmente el Grupo Seis, compuesto por los poetas y narradores Antonio Gamero, Oswaldo Escobar Velado, Cristóbal Humberto Ibarra, Carlos Lovato, Manuel Alonso Rodríguez, Rafael Álvarez Monchez, y principalmente Matilde Elena López.

En Honduras, influenciados por la gran huelga de 1954, los poetas Antonio José Rivas, Óscar Acosta, Roberto Sosa, Pompeyo del Valle, Nelson Merren, Óscar Castañeda Batres, Felipe Elvir Rojas o Clementina Suárez marcaron una etapa decisiva en las letras nacionales adecentando las bases de una nueva literatura de vanguardia y del realismo social.  

En Guatemala, destacan Luis Cardoza y Aragón, Flavio Herrera, y los integrantes del grupo “los Tepeus” en los años 30 tales como Luis Fernando Flores, Benjamín Paniagua Santizo, Francisco Méndez, Miguel Marisco Vetaré y Durán, Antonio Morales Nadier, Angelina Acuña, Zoila Elena Porta, Margarita Leal, Alfredo Balsells, Manuel Galich y Mario Montefuerte, entre otros.

Pero si entendemos vanguardismo como la ruptura con las tradiciones establecidas y la experimentación con nuevas técnicas narrativas y estilísticas, definitivamente la poeta, ensayista y feminista Alaíde Foppa brilla con luz propia. Su obra abordó temas sociales, políticos y de género, explorando nuevas formas de expresión y desafiando las convenciones literarias de su época. Su poesía y prosa se caracterizan por su innovación y originalidad, así como por su compromiso con la justicia social y los derechos de las mujeres. Y como poeta traviesa y vanguardista, Alaíde Foppa es una de las pocas representantes centroamericanas de la poesía pura.

La poesía pura, cuyo origen se encuentra en autores franceses como Stéphane Mallarmé y Paul Valéry, es definida por el estudioso francés Gilbert Azam como “todo lo que permanece en el poema después de haber eliminado todo lo que no es poesía. Pura es igual a simple”. Esta es entonces una poesía sin artificios, sin estorbos, que pretende abordar la aptitud metafórica del mundo. En su proceso no busca tratar las cosas propiamente dadas sino siempre su esencia, la idea de esta y sus propiedades simbólicas.

Y en su obra Memorias y transfiguraciones podemos disfrutar tanto del aire renovado de las vanguardias como de la sencillez e intensidad de la poesía pura.

Memorias y transfiguraciones es un libro póstumo de la poeta y ensayista guatemalteca Alaíde Foppa, que reúne una serie de poemas inéditos que exploran su vida, su memoria, su identidad y su destino. La autora, crea una voz poética que se mueve entre el pasado y el presente, entre el sueño y la realidad, entre el amor y la muerte. Con un lenguaje sencillo y profundo, Alaíde Foppa reflexiona sobre su infancia, su juventud, su exilio, su maternidad, su escritura, su compromiso social y su esencia como escritora y ser humano. Memorias y transfiguraciones es un testimonio de la sensibilidad y la resistencia de una mujer que buscó la belleza y la justicia en medio de la violencia y el horror.

En esta obra, la autora parte de un punto lejano en el tiempo para que esa “ella poética” transite en medio de los cambios de su ánimo y de sus sentimientos. Así se va conformando el retrato de una mujer llena de contradicciones y de coherencias. Como expresa la escritora guatemalteca Vania Vargas, una mujer siempre entre dos caminos, entre dos posibilidades. En un punto medio de lejanía entre la infancia perdida y el también perdido esplendor de la juventud. En un punto medio entre la presencia y la ausencia, entre la realidad y el sueño, entre el sueño y la memoria, entre soñar y despertar. Entre el amor visto de lejos y lo que realmente representa su cercanía.

(Pausa)

Memorias y transfiguraciones es un poemario inédito en la obra de Foppa; casi un secreto guardado, un capricho de la inmortalidad. Habían pasado tal vez 105 años de su nacimiento, y casi 40 de su desaparición, cuando una poeta, traductora y académica mexicana, Diana del Ángel, solicitó, para consulta, tres libros de la escritora guatemalteca que se encontraban en el catálogo de la biblioteca del escritor y crítico mexicano Antonio Castro Leal. Uno de ellos era Memorias y transfiguraciones, un título que no aparecía en el cotejo de la bibliografía y que entonces se develó ante ella como un poemario que nunca había sido publicado. El poemario, que de acuerdo con la bibliografía de Alaíde habría sido escrito en la misma época en que la autora publicó Guirnalda de primavera en 1965 y antes de su Elogio de mi cuerpo, en 1970 y de Las palabras y el tiempo en 1979, que fue su último libro publicado en vida.

En Memorias y transfiguraciones, la poetisa va cobrando presencia en cada verso; cada poema es un ángulo que nos permite mirar el sueño, la música, la esperanza, el olvido, la muerte, el deseo, la juventud, la danza de ella, de Alaíde Foppa. La vida de esta escritora guatemalteca nunca estuvo ajena a los movimientos e injusticias sociales, por lo cual participó activamente cuando fue necesario. Pero también encontró en las letras una pasión y un hogar fijo para todos sus destierros. En su poesía reflexiona sobre la vida, el tiempo, la soledad, el destierro y sobre la mujer. 

Alaíde Foppa decía que la poesía no era solo palabras, sino un conocimiento profundo del mundo y de la vida. Para ella, el juego de la poesía consistía en mezclar conceptos e imágenes para reflexionar sobre la experiencia de sentir y conocer; para comprender, por ejemplo, que antes del amor hay algo que anida en el interior de las personas que las empuja a experimentar el anhelo, el deseo y la entrega. Alaíde, en su poema Ella y su secreto, declama:

Al despertar de un sueño,

ella cree que algo

le ha quedado en la mano:

misteriosa herencia,

antiguo relicario,

que oprime contra su pecho.

Pero su mano sólo esconde

el presuroso latido

de su corazón.

La idea de una poesía de combate, de verso corto y directo que la acompañara en su militancia se vuelve palabra, con la que lanza una línea histórica hacia los movimientos de mujeres revolucionarias. Como ha expresado la escritora, periodista y activista francesa con nacionalidad mexicana de parte de su madre, Elena Poniatowska, “su feminismo era muy suave y elegante. Sin duda, es la gran pionera del feminismo. El de ella era un feminismo sonriente”.

Alaíde Foppa fue una pionera en el feminismo desde todos los ámbitos en los que ella intervino. Vivió ese compromiso desde su puesto como profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde ocupó la primera cátedra de sociología de la mujer en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Desde esa tribuna, Alaíde formó a varias generaciones de estudiantes en el pensamiento feminista. En 1972, colaboró en la creación, produjo y estuvo al frente del Foro de la Mujer,​ programa radiofónico transmitido por Radio Universidad en México durante varios años. Fue un programa precursor en facilitar el espacio para abordar temas feministas en la radio mexicana para debatir las desigualdades de la sociedad mexicana, la violencia y la forma en que la violencia debe tratarse como un asunto público y no privado, y para explorar la vida de las mujeres. En 1976, fundó junto a Margarita García Flores y Elena Urrutia, la revista Fem, la primera revista semanal feminista de América Latina, referente de los movimientos feministas y de la lucha por los derechos humanos y con la que se abrieron espacios en las nuevas propuestas identitarias para la construcción del ser mujeres, como un nuevo sujeto político.

En palabras de la poeta guatemalteca Carolina Escobar Sarti, su obra poética es la metáfora de su vida. Su vida es su arte poética. Y definitivamente el poemario Memorias y Transfiguraciones es la esencia de la poeta Alaíde Foppa, refonzado por la persistencia de Foppa de abrir todos sus poemas con el pronombre de Ella. Así están Ella y sus recuerdos, Ella y el tiempo, Ella y el olvido, Ella y su cuerpo, Ella y la música, Ella y su asuencia, Ella y el dolor, Ella y el deseo, Ella y la vejez, Ella y la muerte… y así hasta los 23 poemas que dan forma a la primera parte del poemario.

Diana del Ángel, la estudiosa de Foppa y de otras poetas como Rosario Castellanos, Enriqueta Ochoa, Margarita Michelena, Guadalupe Amor y Dolores Castro, entre otras, dice que hay otros textos en Alaíde sobre la ausencia o sobre el olvido que también están señalando de alguna manera esas luchas que ella daba, pero las plantea de una manera más sutil y quizás por esa sutilidad es más universal. Ella cree que Alaíde resaltaba esta repetición del pronombre porque el hecho de escoger que este pronombre aparezca constantemente también nos habla de una voluntad de hacer presente a una persona femenina, con cuerpo, con pensamientos, con reflexiones. Es ponerse en la escritura desde esta perspectiva y desde esta situación del cuerpo, del pronombre femenino.

Alaíde Foppa tuvo muchos frentes a lo largo de su vida. El de la poesía fue quizá el más íntimo de sus frentes, el que mantuvo a resguardo de todos los demás, incluidos la política y el feminismo, y al que dedicó buena parte de sus días.  Su obra aparece como una línea de tiempo emocional que va de la ilusión al desamor y que pasa por el descubrimiento feliz, pero también angustioso de la maternidad. Su incertidumbre, su ansia de protección, la maravilla que provocan los hijos y el dolor que deja su lejanía. Su tendencia a la contemplación se dirige a su alrededor lleno de frutos y flores y hacia sí misma, hacia su propio cuerpo, y aterriza en la toma de conciencia de las palabras, de la poesía y del oficio de escribir. Alaíde Foppa es poesía. Alaíde Foppa es poesía pura.

La obra poética de Alaíde Foppa tiende puentes a otras disciplinas artísticas. Ella siempre tenía un interés de establecer un diálogo con la plástica y F&G Editores, editorial valiente de Guatemala, rinde un homenaje a este deseo de interlocución cultural con la obra pictórica de Marybel Iriondo. Esta artista guatemalteca estudió Artes Visuales con especialización en Pintura en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Se graduó con una licenciatura en Los Angeles City College. Además de contribuir con la coordinación del proyecto “Jornadas de Memoria”, y participar en el programa infantil de la Escuela Municipal de Pintura de ciudad de Guatemala, ha sido curadora asistente en varias exposiciones en Uruguay, Chile y otros países. 

Su obra pictórica abraza los honestos versos de Memorias y Transfiguraciones de Alaíde Foppa. Ella es la encargada de la ilustraciones interiores, así como de la portada del poemario. Su obra, Ella y la soledad, un acrílico sobre lienzo, con cuyos colores y trazos modernistas establecen un diálogo cómplice con las composiones de Alaíde Foppa. De esta forma, palabras, versos y pincel interactúan en un mismo plano de relacionamiento.

Memorias y Transfiguraciones es un mecanuscrito inédito en tamaño carta, de alrededor de 60 páginas, mecanografiado en papel cebolla –que deja sentir al tacto los tipos de la máquina de escribir–, con pastas en cartulina color azul pastel, y lomo en cartulina azul turquesa. Lleva por título “Alaíde Foppa, Memorias y transfiguraciones, México, 1965” y contiene más de 20 poemas inéditos de esta poeta. El cuadernillo –del que no hay hasta ahora referencias sobre su existencia en la bibliografía de la autora–, tiene anotaciones al margen en algunos de los poemas, hechas a mano, con tinta color azul turquesa. Fue encontrado por Diana del Ángel, escritora, defensora de los derechos humanos e investigadora de la poesía moderna en México escrita por mujeres. Ella pensó que se trataba del mecanuscrito de una obra de Alaíde que había llegado a la colección personal de Castro Leal, pero al continuar con la investigación pudo confirmar que se trata de una obra inédita y única pues en varias de las páginas tiene anotaciones hechas a mano con pluma de tinta azul turquesa, en la que se anotan correcciones, y sobre las cuales, hasta el momento, aún no ha emprendido la investigación para saber si se trata de la letra de la propia Alaíde Foppa o de Antonio Castro Leal.

Foppa llegó exiliada a México, en 1954, después del golpe de Estado contra Jacobo Árbenz, junto con su esposo Alfonso Solórzano, y trabajó con intelectuales mexicanos y exiliados guatemaltecos como Luis Cardoza y Aragón, Carlos Mérida, Mario Monteforte Toledo y Augusto Monterroso. Fue por aquella época cuando comenzó a denunciar de forma sistemática las violaciones a los derechos humanos, los asesinatos y las masacres de indígenas en Guatemala. La vida de Alaíde Foppa estuvo marcada por el movimiento político de Guatemala. La delgada línea que separa lo personal y lo político se diluye cuando la militancia política se hace de los días y de la vida. Tres de sus cinco hijos pertenecían al Ejército Guerrillero de los Pobres, lo que a dos de ellos les costó la vida.

Alaíde permanece aún desaparecida, como lamentablemente muchas personas víctimas de los gobiernos represores que ha tenido el país, desde que, en 19 de diciembre de 1980, un grupo de inteligencia guatemalteca conocido como G-2 la secuestró una mañana en el centro de Ciudad de Guatemala. Los gorilas de la dictadura guatemalteca jamás perdonaron la crítica voz en verso de Alaíde Foppa, truncando una vida y una obra poética que, no obstante, permanece viva, y cada vez cobrando más intensidad. Porque ante la realidad centroamericana, que es tan obscenamente desigual, sus escritos arrojan la fuerza necesaria para reclamar justicia. Porque Alaíde Foppa, como todas las formas de existencia oprimidas, perseguidas, torturadas y desaparecidas necesitan justicia, no como fin, sino como práctica continua; por eso la exigimos.

Alaíde Foppa escribió desde su propia vida con la contundencia de quien quiere transformar con la palabra. Sus poemas, como inscripción de su devenir, se insertan en un vasto mar de ausencias y de silencios expansivos. Por eso la lectura de sus versos es la voz susurrante que hace que sembremos en nuestra memoria y en nuestro corazón el coraje para no callar las injusticias; tal y como Alaíde hizo en vida, y en voz alta con sus escritos y sus versos.

Alaíde Foppa escribió Memorias y transfiguraciones y F&G Editores la publicó en 2023.

Alaíde Foppa Falla nació en 1914 y falleció en 1980. Fue una poeta, editora, académica, traductora, feminista, crítica de arte, activista y defensora de los Derechos Humanos guatemalteca. Vivió algunos años en Argentina y pasó adolescencia y estudios universitarios en Italia. Por razones políticas debió exiliarse en México por algunos años. Sus indiscutibles méritos intelectuales le permitieron ocupar la cátedra de Literatura Italiana en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Facultad de Ciencias Políticas. Fundó la primera cátedra de sociología de la mujer. Escribió numerosos textos sobre los derechos de la mujer y fue cofundadora de la revista Fem de México, la primera revista feminista en América Latina, en 1975. Condujo el Foro de la Mujer en Radio Universidad y asistía a reuniones de las organizaciones de defensa de derechos humanos, como la Agrupación Internacional de Mujeres contra la Represión. Pero lo que en un inicio fue comunicación para la denuncia, a la muerte de su hijo Juan Pablo y de su esposo Alfonso, se traduciría luego en ira y resistencia.

De su obra poética destacamos algunos títulos como La Sin Ventura, Los dedos de mi mano, Aunque es de noche, Guirnalda de primavera, Elogio de mi cuerpo, Las palabras y el tiempo. De sus ensayos, La poesía de Miguel Ángel y Confesiones de José Luis Cuevas. Tradujo del italiano la poesía de Miguel Ángel y del francés Ave Fénix de Paul Eluard. En 1980 regresó de su exilio a Guatemala y al poco tiempo de llegar fue secuestrada y desaparecida por el gobierno del dictador Romeo Lucas García. Sus restos nunca fueron hallados. Su caso está abierto en la Audiencia Nacional de España, en la Corte Suprema de Justicia de Guatemala y la comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington.

En los años 80 se fundó en Guatemala la Orquesta Sinfónica Juvenil Femenina Alaíde Foppa, y posteriormente se creó el Coro, formado íntegramente por mujeres. Se trata de dos proyectos de la Asociación del Memorial para la Concordia (MPC), con un objetivo artístico-pedagógico para formar a mujeres y concientizarlas acerca de sus derechos. Se tomó el nombre de Alaíde Foppa para rendirle homenaje a ella, así como a las mujeres víctimas del conflicto armado y de la violencia de género en Guatemala.


Fuentes consultadas:

  • Foppa, Alaíde. Memorias y transfiguraciones. Guatemala: F&G editores, 2023. ISBN: 978-99939-38-13-2.

  • Alaíde Foppa, la malograda escritora (2017). En Prensa Libre (19 de diciembre). Recuperado de: enlace

  • Poemas de Alaíde Foppa (20??). En Poemas del alma. Recuperado de: enlace

  • Borrelli Azara, Gabriela (2019). Alaíde Foppa, la heroína desaparecida. En Escaramuza (10 de septiembre). Recuperado de: enlace

  • Ramírez, Byron (2020). Alaíde Foppa: autora vanguardista. En Liberoamérica (13 de febrero). Recuperado de: enlace

  • A 40 años de la desaparición forzada de Alaíde Foppa (2020). En Prensa comunitaria (19 de diciembre). Recuperado de: enlace

  • Medinilla, Angélica (2023). Aquí pasó algo: secuestro de Alaíde Foppa. En Ocote (2 de diciembre). Recuperado de: enlace

  • López, Gisela (2020). Alaíde Foppa: aportes a una historia de la literatura escrita por mujeres. En la Gazeta, de la A a la Z (1 de diciembre). Recuperado de: enlace

  • Múñoz, Juan Andrés (2014). ¿Quién fue Alaíde Foppa?. En CNN en español, Aristegui (4 de diciembre). Recuperado de: enlace

  • Escobar Sarti, Carolina (2020). Alaíde Foppa –la poética de un amor secuestrado–. En la Gazeta, de la A a la Z (1 de diciembre). Recuperado de: enlace

  • Alaíde Foppa. Lenguaje y silencio fuera de lo cotidiano. (2022). En Radio Alegría Libertaria (26 de mayo). Recuperado de: enlace

  • Bucio, Erika P. (2022). Alaíde Foppa no debió morir.- Poniatowska–. En Reforma Cultura (8 de diciembre). Recuperado de: enlace

  • Rosell, Rubio (2022). Alaíde Foppa, presente. En Zenda (21 de noviembre). Recuperado de: enlace

  • González-Reiche, Luisa (2023). Alaíde Foppa: Mujeres, memorias y transfiguraciones. En Afectos y potencias (19 de diciembre). Recuperado de: enlace

  • Aguilar Sosa, Yanet (2023). Alaíde Foppa, una poeta rescatada del olvido. En Confabulario (9 de enero). Recuperado de: enlace

  • Martínez Lemus, Zoila Yamileth. Umaña Rosales, Griselda Elizabeth. Urbina Montes, Liliana del Carmen (2014). Vanguardia en Centroamérica. En Universidad de El Salvador (20 de octubre). Recuperado de: enlace

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