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Cronología de una ausencia
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Cronología de una ausencia

de Soledad Altamirano Murillo

La literatura centroamericana, y concretamente su poesía, es un panorama indómito desconocido para el gran público lector hispanoparlante. Y si dicha poesía es escrita por mujeres, esta se diluye entre las profundas fracturas de una literatura periférica.

La poesía centroamericana escrita por mujeres comienza a florecer a partir de 1970, con la publicación de Poemas de la izquierda erótica de la escritora guatemalteca Ana María Rodas. A ella siguieron un grupo nutrido de poetas, sobre todo en Nicaragua, quienes como Gioconda Belli y Daisy Zamora, mezclaron reivindicación erótica y lucha política, para luego sumar a esto las protestas feministas y la celebración de la feminidad autoafirmada. En esta época, las mujeres poetas centroamericanas hicieron aportaciones estéticas claras y sorprendentes para la cultura, sobre la base de una rebelión política progreista y erótica, en claro desafío a la cultura establecida.

A partir los primeros años ochenta, el feminismo marca la producción de este sector, con fuertes acentos reivindicativos. En esa década, la crítica literaria internacional empieza a identificar la existencia de un movimiento de escritores y escritoras de esta literatura de las periferias, surgiendo también las voces de los poetas y narradores de los pueblos indígenas marginados. En la décadas siguientes, una de las novedades más importantes es la aparición de mujeres poetas que reivindican en una doble dirección: los derechos y dignidades de las identidades indígenas y sus derechos y percepciones como mujeres, todo ello mediante una poética conversacional, que asume la lengua diaria, sea en un castellano lleno de cadencias propias de las lenguas originarias, sea en los idiomas maternos, con traducción sea al castellano, al inglés o a otras lenguas, sobre todo cuando las poetas debieron abandonar sus comunidades empujadas por el exilio.

Al final de los años ochenta y los primeros noventa hubo una eclosión de poesía feminista afirmadora de la diferencia, del goce erótico y del autoerotismo, afianzada conforme nacía el nuevo milenio. El culto a la diosa, entendida como diosa madre, Afrodita, Minerva o deidad indígena, aparece explícitamente en los poemas escritos por mujeres. Y en este panorama de poesía carnal, tiene un espacio propio, ganado con una honesta voz de mujer poeta, Soledad Altamirano; una escritora hecha así misma, cuyos versos nacen de su propio transitar de vida, de sus vacíos de existencia y de la plenitud de sus vivencias.

Estoy triste. Algo lejano me golpea; debe ser la caricia imaginaria, la tragedia sin par de tu existencia. Así arranca el poema Cronología de una ausencia, que también da título a este sensual poemario. En este libro, escrito totalmente desde y con voz femenina, la voz de Soledad Altamirano. encontramos todos los matices de sentimientos que forman el ámbito femenino. Es la cuidadosa construcción de un espacio íntimo que pugna por salir, por enseñarse. En este libro están las diferentes voces de la autora, que son a la vez lo de cualquier mujer centroamericana que resiste, los diferentes matices que constituyen su esencia de ser mujer: la madre, la hija, la amante, sus deseos y pasiones, pero también sus ansiedades y dudas, la ausencia de ese amor (o amores, da igual), o la fugacidad del mismo, el reclamo, la petición, el ofrecimiento, la satisfacción del amor consumado, disfrutado.

Soy una uva fermentada. Embriágate con mi vida, afirma esta poeta. Su lenguaje está cargado de metáforas y de imágenes, de ausencias y silencios

 en las que no siempre hay cierres de esperanza. Soledad no impone estilos, no es esa su intención; ella escribe desde su sencillez de mujer que vive y goza con plenitud el amor, pero que también ha sufrido su ausencia. Sería sencillo catalogar este poemario como poesía erótica, no obstante su esencia es de una poética carnal de los sentidos, pues cada verso y cada imagen se percibe desde la emoción de cada uno de los sentidos. Una poesía del erotismo envuelto en la espiritualidad de una mujer, cuyo contexto la obliga a una adaptación constantemente y al desarrollo de una resiliencia permanente.

La poeta hondureña y prologuista de esta obra, Yadira Eguigure, afirma que en los poemas de Soledad encontramos un intento por darle ritmo y forma al amor y a la pasión que lo acompaña, nos muestra su constante ir y venir. No hay mejor metáfora para esto que el mar y su oleaje, furioso y desafiante, y ella parada en la orilla se deja mojar, disfruta, contempla su constante movimiento, su calidez, su fuerza.

La ausencia es una categoría que todos los que hemos amado y vivido conocemos, pero las cronologías que las resumen son únicas e irrepetibles en cada persona, si bien siempre guardan puntos en común con las de los demás. Es por eso que sólo Soledad pudo haber escrito las cronologías de sus (ahora sí, propias) ausencias, no sin que algunos de nosotros nos sintamos aludidos. Soledad Altamirano es otra de las voces que se suman a esta labor de hacer que la literatura no sólo sea una actividad masculina, si no, por el contrario, una en la que las mujeres cada vez más presentan su perspectiva, dan su opinión y -porqué no- disfrutan de la precisión o de la ambigüedad que da la palabra escrita y su extensa gama de posibilidades. Esta misma experiencia le ha permitido encontrar en la palabra escrita un camino a seguir que la llena de esperanza, que le da alegría para enfrentarse al mundo que ha visto antes con desconfianza, para afirmarse en la búsqueda de su propia voz.

Hannah Arendt, escritora y filósofa germano-estadounidense, escribió que "al final de la vida, descubrimos que sólo es verdadero aquello a lo que hemos podido continuar siendo fieles". De este modo, si somos fieles a nosotros mismos y a lo que sentimos, pensamos o queremos de la vida, hemos comenzado bien el recorrido por el camino que nos toca en este transcurrir. Tal y como hace Soledad en su transitar entre ausencias y presencias, pasiones y olvidos, esperanzas y desasosiegos; un camino que hacemos nosotros como lectores, con cada verso que respiramos de esta poeta.

En Cronología de una ausencia, Soledad Altamirano Murillo recrea la experiencia amorosa con versos puntuales y en un tono íntimo, confidencial. La idea del amor, de su intemporalidad presente, pasado y futuro se entrecruzan en la obra; sus riesgos o plenitudes son la médula vivaz de este intenso poemario.

Juan Antonio Medina Durón, escritor hondureño, escribe de Soledad que ella recorre un camino por los puentes transitados por la sensualidad, pero evitando una erotomanía efectista y contaminada por lugares comunes. Y nosotros, como lectores, cruzamos gustosamente estos puentes tendidos por Soledad, disfruntando la tierra, los océanos, las corrientes de aire y las estaciones que Soledad nos otorga en cada palabra, en cada verso, de sincera y emotiva carnalidad de este poemario.


Soledad Altamirano Murillo escribió Cronología de una ausencia y Pez dulce la publicó en 2001.

Nacida en 1962. Esta escritora, poetisa y docente universitaria hondureña obtuvo una licenciatura en literatura en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y posteriormente obtuvo una maestría en literatura centroamericana. Participó en el XII Encuentro de Mujeres Poetas en el País de las Nubes en México. En 2004 participó en Jornadas de Literatura Centroamericana en Toluca y en 2006 participó en el Coloquio de Literatura Hondureña en Guatemala.​ Su obra más destacada, Cronología de una ausencia le dio tal reconocimiento que sus poemas aparecieron en diversas antologías como Poetas del mundo, Poemas de Raíces Mágicas, Versos del Mundo, Al borde del deseo y Tras las Huellas del Poeta.

Su obra ha sido reconocida con los primeros premios del concurso de poesía organizado por la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán en sus ediciones de 1997 y 1998.


Fuentes consultadas:

  • Altamirano Murillo, Soledad. Cronología de una ausencia. Tegucigalpa: Pez dulce, 2001. ISBN: 978-99939-643-0-4.

  • Soledad Altamirano Murillo (2023).  En Lecturas recomendadas (4 de febrero). Recuperado de: enlace

  • Zavala, Magda (2007) . Poesía, género y etnia en Centroamérica. En Centroamericana 12, Università Cattolica del Sacro Cuore. Recuperado de: enlace

  • Zavala, Magda (2013). Centroamericanas en la poesía de entre siglos: feminismos, polñtica y creación. En Mesoamérica (55, enero.diciembre). Recuperado de: enlace

  • Sabido Sánchez, Ernesto (2011). Soledad Altamirano Murillo. En Poetas del siglo XXI (18 de agosto). Recuperado de: enlace

  • Soledad Altamirano Murillo (2023). En Espacio, revista digital (7 de enero). Recuperado de: enlace

  • Soledad Altamirano Murillo(2023).En Ciclónicas, encuentro de escritoras hondureñas (número 7). Recuperado de:enlace

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